La PRIMAVERA
en Valdanzuelo (1)

 


Llano Cenegro Las amapolas, encinas y cielo. Las amapolas y los chopos. El llano de la Cercona.
Estamos llegando a Valdanzuelo por el Sur. La tarde primaveral va cayendo y en el llano de Cenegro la vista nos sorprende con un cielo espectacular. Una vez más, la amplitud de visión es lo más llamativo, aparte de unas nubes hermosamente blancas. El paraje resulta solitario sin duda. Las amapolas o pirigallos es una de las imágenes más propias de la primavera en Valdanzuelo. El color rojo intenso contrasta con el resto de colores que sacuden el paisaje. Al fondo, las encinas muestran distintos grados de verde, los claros son los brotes tiernos y nuevos de la primavera. De nuevo las amapolas se apoderan del paisaje. Han crecido entre el cereal,  verde aún como corresponde al mes de mayo. Al fondo los chopos cercanos a la Sima ya muestran su esplendor cubiertos de brillantes hojas verdes.  En primavera el contraste de colores es constante. Pasear por los alrededores de Valdanzuelo se convierte en un placer para la vista. En el llano de la Cercona el cereal verdea y se presenta al fondo como un mar de sinuosas olas. El violeta del primer plano resulta así aún más hermoso.
Setas en la chopera. Un arroyo bajo ellas. Un hermoso día junto al Manadero. Más amapolas. La flor amarilla de la aliaga desmiente su aspecto áspero y secano.
También son muy típicas y propias de la primavera las setas. En esta ocasión podemos contemplar un tronco en descomposición y cómo de él nacen unos ejemplares que se alimentan de esa madera muerta. Bajo ellos cruza uno de los múltiples arroyos que surcan la chopera a la salida de Valdanzuelo. Si tenemos la suerte de alcanzar la primavera con el Manadero regalándonos su agua, podemos llegar a disfrutar de un bello día soleado junto a sus aguas o incluso dentro de ellas si lo que queremos es refrescar los pies. De nuevo los brotes nuevos, de un verde más claro, son visibles en las encinas. No es necesario explicar mucho más al respecto de esta imagen. En cualquier fotografía de las que aparecen amapolas (pirigallos en Valdanzuelo) éstas terminan por semejar que forman parte de un cuadro impresionista de principios de siglo. Las flores amarillas de la aliaga tiñen de este color los alrededores de Valdanzuelo. La llegada de la primavera tiene así en esta planta su aviso más tempranero. Una planta de apariencia seca y áspera explota de pronto y se llena de vida y de color, muy lejos de la apariencia que presenta en otras estaciones.

 

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